Relaciones amorosas conocemos todos, es justamente el conocimiento de las mismas una de las particulares causas de que exista tanta ignorancia al respecto. Esta reacción se localiza justamente por el hecho de que una persona mantiene una relación con otra por la simple búsqueda de “conocer” a alguien. Por mas redundante que suene se puede decir que seguramente deberán existir cientos y miles de matrimonios que se conocen de pies a cabeza, todas esas pequeñas inmundicias que sobrellevamos día a día son reconocidas, odiadas, alegremente aceptadas (o tristemente celebres) según la compatibilidad entre estos dos cuerpos iluminados por el amor. La vida nos va preparando, eso lo creo. A los 12 te morís por dar un beso, un simple y escabroso beso que te introduzca en el mundo amoroso. Y te preguntas como será, que sensación tendré; y hasta tenemos la breve sensación de que ese simple contacto de labios significa amor. Concepción errada pero necesaria.
Cuando uno entra en la adolescencia y reparte hormonas por cada rincón en el que se maneja, metió lengua, faringe, laringe y todo órgano que pueda en la boca de otra persona, no se conforma...quiere mas! Y es en esos momentos cuando el divino equilibrio interviene, todos los muchachitos están como locos, realmente sacados por meter mano donde se pueda, apoyando donde se pueda; sea mujer, animal o simple concreto los pseudo hombres realmente creen que están preparados para dar el paso adelante. A todo esto, y a esto me refiero con equilibrio divino; las mujeres tienen el gran papel de detener todo desaforado que se le ponga en frente. Y ojo, es algo lógico, no se puede manejar de manera comprensible a tanta casta desesperada, plagada de acne y de movimientos convulsivos. Algunas veces la excepción a la regla ocurre y de esta manera tendremos millones de historias de un lado y otro, por el lado masculino la gloria ha llegado, han conseguido (de manera realmente motora e instantánea) poner su exasperado órgano en el de la mujer. Ah, que alivio...
Mientras que del otro lado existen dos nociones generales: por un lado el de una pseudo mujer arrepentida, pensando y pensando porque y porque deje que esa evolución nunca terminada del mono haga eso con mi cuerpo!
Por otro lado, serán agitadas y cada vez mas concurridas las risas y los sarcasmos a cerca de la excéntrica manera de “amar” que sostuvo el muchachito, las películas no hicieron otra cosa que contar mentiras...Y mientras todo el mundo se entera del hecho y la fama crece, en sentido exquisito de un lado y en sentido engorroso del otro (ustedes decidan cual se merece uno y otro adjetivo), de a poco va creciendo una palabra tan diminuta en su literalidad y tan abarcativa simbólicamente.
Así de a poco todo el mundo se pone de novio, y llega a ser un signo de altura, madurez, una contribución a nuestro acervo de conocimiento. Cuando en realidad lo que se hace es transgredir todos esos términos con una sola persona. Descubrir y redescubrir experiencias con esa pobre persona que se tiene al lado. Se dejan, vuelven, se odian, se quieren, se escriben, no se hablan, comienzan las indirectas, se ventilan secretos que prometieron nunca en la vida contar, etc, etc.
Y después de este verdadero caos hormonal, sentimental, neurótico, y anarquista se pasa a la gran querida juventud. Todo esta resuelto, se lo que soy, ya pase por tanto que tengo que saber como manejarme...errores y mas errores. Nunca nada esta cierto en la vida, solo la muerte...
Ahora bien, que es lo que pasa con esos pequeños momentos de intimidad cuando dos personas terminan con la relación? Algunos optimistas dirán que siempre serán recordados inclusive con la aparición de otras continuas y zigzagueantes búsquedas de confort personal con otras entidades del sexo opuesto, pero también se podría decir que no se tiene la menor idea de que paso en los días, meses, años compartidos con un/una ex...Libros de autoayuda, revistas sobre el amor, tantas preguntas, tantas flatulentas respuestas, para que? Para que todo esto se convierta en una maldita obsesión (y no específicamente la que tuvo Echarri en esa película que de a poco puso a toooodo su reparto en bolas).
Si vamos al caso, generalmente (en su mayoría) lo primero que dos personas hablan durante el flirteo inicial es la absoluta y tan acostumbrada charla sobre el porque de un fallido intento amoroso pasado. Es estos casos cuando una de las dos personas (da por igual el sexo) utiliza la conciente e inconsciente táctica de la expresión de tristeza, dolor, ironía, redención, furia, superación, sarcásticamente cómica, etc. sobre cuantas veces uno trato de continuar con la relación pero alguien siempre traiciona, decepciona, aburre, o es totalmente malo en la cama (si, es un tema de separación). Entonces una experiencia lleva a otra, risas de por medio y terminan en la cama. Cuando todo el acto termina, y cada cual se esta poniendo la ropa pensando que demonios hace en esa pieza, departamento, hotel o lo que sea; se agradecen por haber comprendido uno al otro y click, la cabeza estalla...mi ex estará haciendo lo mismo que yo?
Entonces lo único que da para pensar es que continuamos rememorando el inicio de nuestra existencia; acaso no todo empezó con una explosión? Acaso no son esas diferentes explosiones en el universo la que dieron paso a la vida (muy misteriosamente cabe decir). Lo que trato de decir es que realmente se necesita que algo explote (simbólicamente hablando) para que nos demos cuenta de las cosas y podamos dar pie a una nueva vida? Quizás si, quizás demasiadas implosiones en nuestra cabeza sirvan de algo, pero cuantas malditas veces vamos a tener que repetir una y otra vez este ciclo para que finalmente podamos decir: “soy feliz” o, “de a poco veo las cosas con claridad...”
A todo esto, algunas parejas se encuentran en ese preciso momento en el periodo de introspección individual del porque la relación fallo. Que es eso de pedir tiempo(¿?), cual es el sentido masoquista que lleva a una pareja a aceptar el doloroso, histérico, y repulsivo conteo de horas, llamadas vespertinas con algún llanto de por medio, eliminación intensiva de números de teléfono, mensajes de texto, mails, etcéteras y mas etcéteras. ¿Y porque carajo seguís escuchando “esa” especifica canción que lo único que hace es repartir castañazos a tus tripas?
Lo cierto es que con el tiempo; cuando uno piensa demasiado sobre el amor, su sentido liberador, el porque su pareja hace tal o cual cosa, se esta perdiendo poco a poco la tortuga y se conforma con la lechuguita. Acaso ese sentimiento (o reacción química como quieran tomarlo) no hace que seamos totalmente irracionales, libres, cursis, musicalmente escabrosos, o inventores de voces estupidas que ningún ser humano en la tierra soportaría escuchar excepto esa, tu pareja. Y cual es el punto de ponerle diminutivo a todo (cosita, amorcito, chiquito, gordi, quiqui (por Dios!), bichi y creo que no puedo continuar mas); realmente si después de todo esto me dicen que esa palabra tan minúscula, inerte y excesivamente intensa nominada amor es, en cierto sentido, lógica, racional o esquematizada estarán confirmando exactamente lo que pronuncio.
Es por esto sencillamente que creo que alguien invento la frase “la ignorancia es divina” mas allá de todo contenido religioso. Entonces simplemente la consigna seria “no pienses, siente”. Quizás es solo eso lo que uno pide del otro. Así que a partir de este momento voy a dejar de escribir este espacio de autosuficiencia antirepresiva y voy a liberar mis pensamientos por un momento, esperando que el día de mañana (o pasado, o el mes que viene, el siguiente año) alguien reconforte mi alma, someta estas tristes palabras y me de sentido para una vieja conocida. Parece tan simple, que asusta...